Pasos a seguir:

 

1. Sumergir y frotar suavemente: Coloca el tutu en el agua y sumérgelo sin frotar ni restregar. Si hay manchas, usa un paño suave para limpiarlas con mucho cuidado.

 

2. Enjuague: Enjuaga bien el tutu con agua fría para quitar todo el detergente. Asegúrate de no escurrirlo de manera brusca para evitar dañar el tul.

 

3. Secado: Evita el uso de la secadora, ya que el calor puede deformar o dañar el tul. En lugar de eso, colócalo sobre una toalla limpia y seca, extendido y sin arrugas. Puedes secarlo en un lugar ventilado, pero alejado de la luz directa del sol para que no pierda color o se deforme.

 

4. Planchar: Plancharlo exclusivamente con plancha al vapor